Un relato parisino

Me pregunto por qué no te aborrezco.Tu suerte es tan opuesta a la mía, tanto que tú y yo no podemos coexistir.
Tu destino es embellecer, magnánimo contenedor de ocio y artificios. A ti te adornaran reinas con voz encantadora y albergaras las más increíbles historias de amor y de muerte.
En cambio yo seré víctima del cuchillo vivo, cuyos designios dejaran París salpicada de largas y espantosas heridas de muros ruinosos. Pasare al olvido como muchos que nos interponemos al implacable paso del progreso. Cederé a la fuerza mi lugar para el paso de un bulevar adoquinado para ensalzar la gloria del Segundo Imperio.
Y te veo erguirte, con tu opulencia multicolor, como una joya adornada de oro y coronada por el dios de la lira. Tu magnificencia y opulencia hará que a tu lado Notre Damme y la Madeleine parezcan insípidas y sin gracia.
Frente a ti no puedo exclamar: ¡Qué bello!. No hay belleza; hay totalidad, emoción, ingenio, locura, precisión, monstruosidad y horror.
Lanzo un lamento en vano y me entrego a mi destino. La obra de arte va de la mano de la destrucción. Tu carácter de obra maestra te hará perpetua. Y aun me pregunto por qué no te aborrezco.

Daniela Abatte.

garnier paris

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.