Amanece de tus ojos que me miran de reojo
Que sacan al sol de esta ciudad amarga y lo arrojan sobre la cama.
Mis dedos por tu espalda dibujan esporas dentresabanas
Llegas y no me resisto
Despertando…
Mi boca en tu entrepierna que se abre y tú que te desases en una respiración apenas agitada.
La mañana tibia humedece mis manos y tus muslos.
Te elevas de la cama en una contorción inevitable,
Desde mi lengua subo por tu estómago hasta tu labio que emboca tu boca.
Aparecen tus pezones en el lado desnudo de costado y mi cuerpo desnudo divaga largas conversaciones sobre ti.
Te beso como si tragara tus pensamientos y tus lágrimas
Mientras el calor sube a mis mejillas y baja por tu cuello en una gota soleada
La cama en bamboleos cruje como si fuera madera de puerto.
Mis manos por cintura llegan a tu sexo, más húmedo que tu boca.
Mis dedos pasean en círculos como una joven desnuda en la antesala de la casa de tus padres.
Un violento movimiento me pone boca abajo sobre la almohada
y mis manos aferradas al colchón evitan que me dé golpes contra la pared.
Tu sexo desde mi espalda presiona el mío una y una vez más sobre el colchón
Tu mano desde dentro de mi boca baja en busca de mis pezones, que apenas se elevan desde la cama.
La otra mano en mi entrepierna no permite la quietud ni el silencio que no
deja de gemir, excitado y empapado,
como si lloviera entre las sabanas calurosamente.
Como follar en las costas al norte de Perú.
Apenas la veo, vislumbro su figura solo sintiéndola en mi espalda, mientras sus manos desgarran mi piel y no se apartan.
El ventilador gira enloquecido como si fuera a caer bruscamente del techo.
Las cortinas se deshacen transparentes a un lado de la ventana
un vaso de agua a medio terminar
El sonido de unas llaves abren la puerta de la casa
.
ssshhhh.
.
Dices que me calle.
Pero no para de tocarme y de meter sus dedos con más fuerza.
Continúa moviendo y presionando su cuerpo que entrecruza mi espalda
un poco mas lento
un poco más fuerte.
Tocan a la puerta de la habitación
.
Su mano en mí entrepierna comienza a agitarse más intenso
y mi boca contra la almohada silencia un gemido que se escucha hasta la calle.
Otra vez la puerta
.
Mi cuerpo inundado en sudor ahoga del suyo y mío
El placer sube con apuro hasta salir por mi boca y dejarme sin aliento.
.
La puerta una tercera vez
Se levanta y abre.
Dani.