Un 3 de febrero de 1997 el Reino Unido recibía Earthling, una nueva creación de uno de sus compositores más vanguardistas, rupturistas e influyentes del siglo XX, todos esperaban una continuación de lo que había hecho un par de años antes junto a su viejo colaborador Brian Eno pero no, Bowie lo volvió a hacer… cambió de rumbo.
Del álbum conceptual 1.Outside donde se relataban las historias del detective Nathan Adler que cubría una serie de asesinatos, el cual en la parte musical venía cargado de sonidos oscuros, pasajes disonantes y un halo de misterio (imposible olvidar el final de la película Seven cuando en los créditos sonaba The Hearts Filthy Lesson de fondo), Bowie cambiaba a un sonido industrial, inspirado tal vez de la gira realizada con Nine Inch Niles en el 95, y con el uso del drum and bass y la música electrónica de los 90, esto lo mezclaba con riff de guitarras dirigidas por Revees Gabrels y la batería de un experimentado Zachary Alford. La revista inglesa de música Mojo lo resumía de esta forma en marzo del 97 “más corto y menos complejo que Outside”.

El álbum resultó ser una especie de renacer del músico en el Reino Unido y el mundo entero llevándolo a una gira mundial, lo trajo de regreso a Sudamérica y lo hizo recorrer por primera vez algunos destinos como por ejemplo México. El álbum tuvo a su vez éxito tanto en la crítica como en lo comercial, a diferencia del Outside que no le fue bien en las ventas. Bowie ese mismo año celebraría sus 50 en un periodo de volver a los escenarios y el gran público, llamando la atención de nuevas generaciones y reconquistando a sus antiguos fans de los 70.
Muchos lo consideran como el mejor disco de Bowie de la década de los 90, esto se destaca en el libro que salió hace pocos meses dentro de la Box Brilliant Adventure 1992 – 2001, donde se compilan todos los discos de estudio de Bowie en ese periodo y que incluye el recién lanzado album Toy (en la caja se lanzó dos meses antes a modo de regalo a los coleccionistas). En el libro vienen los relatos canción por canción de Gabrels y Mark Plati, quien fue uno de los ingenieros del disco y que conoció a los músicos en Looking Glass Studios de Nueva York, de propiedad del compositor Philip Glass. En esos relatos los colaboradores muestran a un energético Bowie a quien le fluían las ideas como en un estado de efervescencia juvenil, logrando armar un disco híbrido que confluía estilos de música electrónica diversa, tanto de la época como de tiempos pasados como el krautrock alemán. Se destaca además que los samples en aquel tiempo los músicos los tomaban de otras bandas para alterarlos, en el caso de Earthlig eran producciones generados por los mismos músicos, por el ejemplo en la batería Alford grababa sonidos y luego estos eran llevados al computador, lo mismo con las guitarras, creando una música mucho más sintética y “artificial”, alejándolo del rock o del mismo 1.Outside, donde Eno se había negado al uso de estas técnicas.

El apartado visual para mi es tal vez el mejor trabajo de Bowie, desde su portada de vivos colores que muestran a un Bowie casi llegando al planeta Tierra contemplando la llanura y el cielo de un profundo azul y con la icónica chaqueta con los colores de la bandera del Reino Unido (diseño de Alexander Mcqueen), hasta todo lo que rodeó el concepto visual ya sea del disco como también de sus conciertos, con símbolos casi religiosos y la presencia del “ojo” por todas partes, incluso en globos gigantes con formas de ojos, que Bowie en algunos conciertos los terminaba arrojando al público en una señal -acá está el ojo que me faltaba-, jugando y disfrutando con la audiencia.
También en la parte de los videos fue un resurgir del músico británico, que de la mano de la directora italiana Floria Segismondi realizó los frenéticos videos de Little Wonder y Dead Man Walking, los que hasta hoy se perciben de una manera fresca casi como si hubiesen sido grabados hoy en dia.
En lo personal es uno de los discos que más recuerdo del artista, ya que a mis cortos trece años fue mi primer acercamiento al músico inglés que luego se convertiría en mi artista favorito por lejos, en mi retina guardo que en la extinta tienda de discos Extravaganza del Drugstore (Providencia) tuvieron por mucho tiempo un poster con la portada del disco, por mucho que lo busqué no lo encontré, hasta que un día caminando por la ciudad de Rancagua con mi pareja de aquella época lo vi en una vitrina, era una Feria del Disco si mal no recuerdo, entré y les pedí desesperadamente que me lo vendieran y me dijeron que no, pero luego de una charla y algunos pesos accedieron a dármelo, fue un gran tesoro de mi adolescencia que guardé por muchos años.
En la actualidad en el sitio del artista están promoviendo los 25 años del disco con algunos links de los EP que giraron en torno al álbum, y en varias partes del mundo se está recordando el aniversario, en ciudad de México se está llevando una exposición de cuando el músico visitó la ciudad e hizo una sesión fotográfica en los lugares que iba recorriendo junto al fotógrafo Fernando Aceves donde muestra a un Bowie maravillado con la cultura azteca.









