Björk y Zaha Hadid, dos vanguardistas que llegaron a la cima de la experimentación 

En esta serie de genios confrontados les llevamos el trabajo de dos mujeres con una visión muy fuera de lo común para su época, la arquitecta iraquí Zaha Hadid y la compositora islandesa Björk.

Dos extranjeras que lograron el éxito y el reconcomiendo en el Londres de los 90

Tanto la música islandesa como la arquitecta iraquí llegaron desde sus lejanas tierras a la ciudad de Londres para encontrar el éxito y el reconocimiento de sus pares, si bien la arquitecta llegó por la década de 1980, no fue hasta 1990 que logró el reconocimiento, antes de eso era conocida como la arquitecta de papel, ya que sus diseños eran irrealizables. Zaha Hadid llegó a estudiar a la prestigiosa escuela de arquitectura Architectural Association (AA), donde se codeó con los arquitectos más renombrados de la época, tuvo como profesor a Rem Koolhaas y luego como colega a Sir Norman Foster. 

Björk por su parte llegó a una apabullante escena londinense que veía nacer nuevos estilos musicales como el trip hop, brit pop y la música electrónica, de esa tierra fértil supo codearse con los músicos más interesantes de su época, como por ejemplo Tricky. La esencia de la música de los primeros discos de Björk son una extraña mezcla entre pop, trip hop y sobre todo música electrónica, que sumada a su voz potente y a la vez aguda casi de niña, amalgamaron una música extremadamente efervescente, única y vanguardista.

Del año 1993 es la primera obra de renombre para la arquitecta, mismo año que Bjork lanza su primer disco como artista solista, el álbum Debut.

Dos mujeres que fueron capaces de ver más allá de las fronteras 

Hadid fue una de las primeras de su rubro que supo entender la gran herramienta que podía aportar la computación en el diseño arquitectónico, los dibujos que antes solo se podían plasmar en el papel ahora se podían estudiar gracias a extrañas formas compositivas  computacionales en 3 dimensiones, y debido a esto podían encontrar coherencia estructural, en simples palabras se podían construir. Zaha Hadid diseñó lo que nunca nadie se atrevió a diseñar, algo que era impensado para la mente humana, que desde los tiempos de los templos griegos o las pirámides egipcias, había tenido el concepto de la línea recta como el eje central de la arquitectura, la iraquí en cambio miró hacia el mundo de los exoesqueletos, claramente inspirada en la naturaleza y desde ahí pudo generar una arquitectura difícil de comprender, de asimilar y que rompía con todos los esquemas. 

A su vez Björk provenía de una familia hippie que la había criado desde temprana edad en el ámbito artístico, recibiendo educación de música clásica, pero que a temprana edad se había volcado hacia ritmos más modernos como el punk, formando una banda en su natal Reikiavik.  

Años más tarde llevaría todo su vagaje cultural y diversos gustos musicales a un campo de innovación pocas veces visto en el mundo de la música, logró generar sonidos antes impensados, inimaginados. Para su época, las dos parecían provenir de una galaxia lejana, en cuanto a sus formas y estereotipos parecían ser únicos en su especie.

Dos mujeres en un mundo dominado por los hombres 

25 hombres ganadores del premio Pritzker (llamado el Nobel de la arquitectura) tuvieron que pasar antes que se le concediera a una mujer, esta fue Zaha Hadid (el año 2004), a Björk se le concedió a su vez el Polar de la música (considerado el Nobel de la música) el año 2010, y si bien no fue la primera mujer en ganarlo la cantidad de mujeres ganadoras es sumamente inferior al de los ganadores de género masculino. Sobre todo la arquitecta tuvo que hacerse un espacio dominado por el mundo masculino, en una época en que el mundo era bastante cerrado, sobre todo para una mujer árabe, inmigrante como era el caso de ella, mucho fue lo que tuvo que luchar para conseguir su lugar en el mundo de la arquitectura. Björk si bien pertenece a otra generación, también llegó a un mundo mas bien dominado por los hombres, pero supo hacerse su propio espacio en muy corto tiempo.

Apasionadas por las formas orgánicas.

Si podemos encontrar el punto que más une a estas dos artistas es la pasión por las formas orgánicas, ya que respetan y toman a la naturaleza como material primordial para sus obras. En el caso de la arquitecta es cosa de ver la mayoría de sus proyectos, las formas que utiliza no son formas convencionales de la construcción de los humanos, sino mas bien son modelos tomados del mundo de la naturaleza, donde la curva, la sinuosidad y lo inesperado marcan la pauta. En la compositora en cambio lo orgánico se deja ver desde sus composiciones musicales hasta sus portadas de discos, videos y sobre todo el amor e inspiración que siente por su tierra natal Islandia. Por nombrar uno de sus temas, tomaremos la canción Joga, donde la letra y sobre todo el video se inspiró en las tierras volcánicas de Islandia, sus glaciares y movimientos tectónicos.

Supieron mezclar lo orgánico con la tecnología 

Toda esta inspiración en el mundo natural en el trabajo de ambas artistas, va de la mano con las nuevas tecnologías. Ya hablamos de la importancia que tiene el diseño computacional para la arquitectura de Hadid, y como la arquitecta logra plasmar formas orgánicas en sus edificios, también por los adelantos en materiales y formas de construcción. En cuanto a Björk podemos verlo a lo largo de toda su obra, pero sobre todo en los últimos años, donde la artista ha plasmado de diferentes formas su pasión por la tecnología, desde crear apps basadas en sus composiciones, hasta sus shows visuales con efectos como su aclamado show Cornucopia donde mezcla el mundo del sonido con una experiencia inmersiva, también en su último trabajo la compositora tomó los hongos como su material principal de inspiración, tomando a estos como punto de partida en su album Fossora.

Luego de ellas vino un declive 

Tanto la islandesa como la iraquí en sus respectivas disciplinas llegaron una cima, en cuanto originalidad, experimentación e innoravación, supieron sacar el máximo de su tiempo, sabiendo aprovechar las oportunidades que daba la tecnología y las capacidades económicas de una época que no sabía de ahorros ni de angosturas. En el mundo de la arquitectura luego de las grandes sumas de dinero que significaron construir los diseños de Hadid, tuvo un declive debido a la crisis europea, de hecho su estudio dejó de construir muchos edificios que habían ganado sus respectivos premios por la crisis Económica que azotó a Europa la primera década del 2000.

Por su parte Bjork gozó de los buenos tiempos de la música y la venta de discos en formato físico, la suya fue una de las últimas generaciones que supieron de las grandes sumas de dineros y grandes contratos con empresas discográficas. El 2001 se dio el lujo de tocar con una gran orquesta en la Opera de Londres. 

Conclusión

Muchas son las semejanzas que podemos encontrar en estas dos grandes artistas y sobre todo en sus obras, pareciese incluso que si la música compuesta por Bjork se tuviera que materializar, se asimilaría mucho a una obra de Hadid. Si tenemos que elegir los grandes puntos de encuentro entre la obra de estas dos artistas, estos serían el de la innovación en sus respectivos campos, la pasión por las formas orgánicas y una sensibilidad artística poco común.

Después de leer este artículo nos queda la idea que ambas llegaron al final de una era, una cima que había que escalar, ¿pero cuál sería esa cima? la respuesta para mi es muy simple, tanto Bjork como Hadid llegaron a la cima del arte del siglo XX, un siglo en lo artístico marcado por las vanguardias, disciplinas que querían romper con las normas establecidas y que lograron cambiar por completo el mundo del arte, del artista y del observador de las obras de arte, estas dos mujeres parecieran haber llegado al final de esa búsqueda, luego de ellas viene un claro descenso en la ola, que comienza con este nuevo siglo.

Una nueva era parece ir por un rumbo muy distinto al siglo anterior, o al menos eso esperamos los más optimistas, que sería un rumbo más calmado, que respete los recursos naturales, que respete el planeta y que vaya en búsqueda de un entendimiento global más espiritual, algo que logre encontrar la estabilidad, no política ni económica, sino que la estabilidad en cada uno de los seres de este planeta.

Rodrigo Ertti.

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