¿Sabes cuantos estadios nacional llenó Coldplay en Santiago este año?, creo que cuatro -respondí -. Sí cuatro, ¿y sabes cuántos álbumes vendimos de su último disco? Ni idea -cómo lo iba a saber pensé-. Pocas copias , trajimos unos 10 y nos queda la mitad si mal no recuerdo. En cambio Bjork ¿sabes cuántos Fossora trajimos? No – no tenía idea dónde quería llegar-. Más de 50, y nos quedan solo dos copias, y va a tocar en el Primavera con la mitad o quizá menos audiencia que un estadio Nacional lleno.
Extracto de una charla que tuve hace algunos días con Fabián mi amigo de la disqueria Sonar, y si bien es un fenómeno que quizá solo se da en su tienda(lo dudo), nos sirve para hacernos un panorama que lo que se da con ciertos artistas o bandas y la respuesta de sus seguidores, ya sea a llenar estadios como a comprar en formato físico sus últimas entregas. Hago la aclaración de formato físico porque en streaming la realidad es otra, ya que Coldplay aparece por ejemplo en el número 9 de los artistas más escuchados en Spotify este 2022, y en cambio Bjork no aparece.
Y es que quizá Bjork ya se ha convertido en una artista de culto que trasciende lo musical, haciendo espectáculos visuales, generando apps que unen sonido e imagen, buscando experimentar con nuevos sonidos e instrumentos y un incesante esfuerzo por permanecer en la vanguardia musical, algo muy difícil por estos días, pero que la compositora islandesa se puede jactar de mantener en pie como ningún otro artista.
Fossora es su último trabajo publicado el 30 de septiembre de este 2022, donde a diferencia de lo que venía haciendo en sus últimas entregas, se aleja de su colaboración con el músico Arca, y se podría decir vuelve a su estilo más particular de entender el pop, algo que había perdido en sus últimas entregas yendo más en la dirección de nuevos sonidos que melodías. Algunos lo han comparado con su disco Volta, Medulla e incluso con uno de sus mejores discos: Vespertine (para mi lo mejor que ha realizado la artista hasta ahora).
Si Vulnicura (2015) y Utopía (2017) llevaban a un plano más imaginario, más “utópico”valga la redundancia o ensoñador, Fossora es un disco mucho más íntimo, más de las entrañas, se podría decir más de la tierra que del cielo, de hecho fossora significa en latín excavadora (la palabra es fossore pero Bjork la escribe en femenino), término que ya nos conecta a la tierra, y además Bjork ha declarado que es un álbum que lo hizo pensando en los hongos, también se refirió a la influencia de su estadía extendida por obligación (debido a la pandemia) en su natal Islandia.

Primero vamos a lo que significa que sea un disco pensando en los hongos (que resaltan en el diseño del álbum desde la portada) ya que uno podría pensar en un hongo alucinógeno, pero Bjork se sabe que es una artista mucho más compleja y hay que darle más de una vuelta para entender su verdadero significado. Cuando se refiere a los hongos se refiere mas desde un punto de vista de su gestación, ya que estos crecen en la húmedad, en las sombras, a veces desde las heces animales y nace un hermoso organismo de diversas formas y colores desde esa oscuridad, de esa putrefacción. Ahí es cuando hacemos el link con el nacer de la tierra, obviamente también se refiere a su tierra natal, lugar que había dejado por muchos años ya sea por vivir en la ciudad de Nueva York o porque estaba constantemente de gira por el mundo, así que después de muchos años la artista volvió a su lugar de origen y decidió permanecer ahí, porque es donde se siente mejor y más cerca de sus seres queridos.
Una de las canciones del disco titulada Ancestress es una carta dedica a su madre que murió hace poco tiempo, y otras canciones cuentan con la participación de sus hijos Sindri (36) y Isadora (21) por primera vez. Esto ya nos habla de una artista mucho más madura, compenetrada con sus raíces, entendido en el más amplio de lo que esto significa.
Musicalmente es un disco exquisito, elegante, que derrocha melodías pegadizas, sonidos envolventes y que sobre todo resalta su hermosa y potente voz como ya nos tiene acostumbrados, sin duda de lo mejor que nos ha entregado la artista en la última década, con pasajes disonantes, otros hipnóticos que pareciera que entráramos en una especie de trance, un ejemplo de esto es el tema Trolla – Gabba que lo realizó con un grupo indonesio de música gabber. En otros pasajes del disco nos regala un pop sofisticado, algo que de por sí es contradictorio, pero sí, hay artistas que saben llegar a este estilo musical de forma magistral y estamos quizá en frente a la que lo hace por antonomasia.
Mi tema favorito del disco es Freefall, donde la artista hace una hermosa introducción con música clásica contemporánea llena de vientos y cuerdas para terminar con una explosión de sonidos psicodélicos que junto a su voz potente e hipnótica te hacen explotar el cerebro. Para dar paso al penúltimo tema que lleva el nombre del disco, algo que nos recuerda a la Bjork de los 90, donde era la número uno a nivel mundial en combinar de manera magistral el pop, la música electrónica sin dejar de lado la vanguardia, ya sea por combinarla con el triphop o el estilo del momento en la escena musical.
Para terminar, comentar algo que tiene a los coleccionistas de la artista con un gran dolor de cabeza, y es que para el lanzamiento de su última entrega su sello One Little Indian (emblemático sello independiente que ha publicado toda su carrera como solista) hecho algo muy peculiar y es lanzar varias ediciones limitadas con discos de diferente color. Esto se dividió según los países, así a Estados Unidos llegó una versión en discos en verde oscuro, a otros llegó de color rojo, verde limón y así, siendo el más cotizado de estos el de color turquesa que salió en UK, cuyo valor ahora recién dos meses de su lanzamiento ya lo podemos encontrar hasta en unos 300 euros o más en Discogs. En lo personal me considero seguidor de Bjork y su música, pero me contento con tener una sola copia de cada uno de sus trabajos y alguno que otro single, pero los coleccionistas más fanáticos que desean tener todo de su artista favorito ya están corriendo por comprar todas las versiones en los diferentes 6 colores que se hizo el lanzamiento, acá dejo a uno de sus coleccionistas que sigo en instagram (@thebjorkcollector) y que se jacta de tener casi todo lo que se ha lanzado en formato física su artista favorita.

Aquí es cuando retomamos el inicio de este articulo, y es que Bjork es de esas artistas de culto que despiertan esa clase de fanáticos que la siguen incondicionalmente y están dispuestos a gastar grandes cantidades de dinero, ya sea para tener todo lo que la artista lanza de manera comercial como de seguirla a través del mundo en sus giras, algunas que se encuentran entre los espectáculos más caros realizados, como su gira Cornucopia, que ofrecía a los espectadores más que un show musical una experiencia audiovisual, y vaya que lo logró, como siempre lo termina haciendo esta artista tan particular, extravagante, fascinante y encantadora, capaz de seguir innovando y maravillando a sus fans después de décadas sobre los escenarios.
Indibur.